¿Con qué sueña tu perro mientras duerme?

Patadas, sollozos, gruñidos, temblores… son comportamientos habituales cuando el can está en la fase REM del sueño.

¡Pero, qué dulzura! Al observar a tu perro cómo descansa afloran en ti agradables sentimientos. Aunque a veces te saque de quicio, lo harías (y darías) todo por él. No puedes evitarlo; simplemente, le quieres… Absorto en estos pensamientos y con la mirada perdida en su pelaje, de forma repentina ves como el animal, pese a seguir estirado y completamente dormido, empieza a hacer pequeños movimientos: como si corriera, o lamiera algo, e incluso puede que emita pequeños ladridos. No temas. No le pasa nada grave: tu perro está soñando.

El universo onírico de los sueños también forma parte del mundo perruno. ¿Soñarán con divertidos paseos, apacibles huesos o intensas persecuciones? ¿Serás tú el protagonista de sus largas siestas? Hay evidencias de que lo que sueñan está relacionado con sus actividades diarias y comunes. 

«El perro probablemente vive en ese momento situaciones o ve imágenes que, igual que nosotros mientras soñamos, las experimenta como si fueran reales. Aunque no sabemos qué es exactamente lo que les pasa por la cabeza, sí tenemos claro que este tipo de movimientos que hace son un comportamiento normal», asegura Jaume Fatjó, veterinario de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud del departamento de Psiquiatría de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Ese tipo de movimientos que hace mientras duerme son un comportamiento normal.

Movimientos repentinos

Patadas, sollozos, movimientos de cola, gruñidos, temblores o pequeñas mordidas. Son sólo algunas de las pequeñas acciones que realizan los perros mientras están dormidos y durante una parte concreta del ciclo del sueño. Específicamente, en la etapa llamada REM, conocida por sus siglas en inglés de movimiento rápido de los ojos. Una fase en la que el cerebro tiene mucha actividad.

Según los expertos, al cabo de unos 20 minutos después de haberse quedado dormido, el perro ya podría empezar a tener el primer sueño. Su respiración se vuelve más irregular y puede que tenga algún que otro espasmo muscular. 

Si levantáramos sus párpados, se podrían ver cómo los glóbulos oculares se mueven de un lado a otro. Es en ese instante cuando puede que sueñen con perseguir algún animal o con juegos que hayan hecho durante el día. 

Puede que sueñen con perseguir algún animal o con juegos que hayan hecho durante el día

Y es que si las ratas sueñan, tal como demuestra un estudio elaborado con estos mamíferos en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), teniendo un cerebro más simple que el de los perros, es razonable asumir que los canes también lo hacen.

En dicha investigación, llevada a cabo por Matthew Wilson y Kenway Louie, cuando el roedor estaba despierto y aprendiéndose un laberinto con partes complicadas que tenía que recorrer, se tomaron registros eléctricos de su hipocampo (un área del cerebro asociada con el almacenamiento y formación de memorias), basados en patrones específicos e identificables.

Después por la noche, mientras el animal dormía, se comprobó que los patrones de ondas cerebrales se repitieron, por lo que concluyeron que la rata soñaba con el laberinto, según una información aparecida en la revista Psychology Today. De hecho, los patrones que hallaron los expertos fueron tan claros y específicos que fueron capaces de saber en qué parte del laberinto estaría la rata si hubiera estado despierta, y si estaría quieta o en movimiento.

Pese a que la duración de las fases del sueño es distinta en cada perro, en general suelen dormir entre 12 y 14 horas al día. Es decir, un 75% de la jornada. Un cachorro puede incluso llegar a dormir más, hasta 18 horas. «Durante ese tiempo que duermen, van alternando las fases REM y no REM, igual que las personas. Los perros, sin embargo pasan menos tiempo que los humanos en la fase REM», precisa Fatjó.

Los canes suelen dormir entre 12 y 14 horas al día y los cachorros hasta 18 horas

Y es que a nivel estructural, los patrones de las ondas cerebrales de los perros son muy similares a los que caracterizan a los humanos. «Las diferencias son más cuantitativas que cualitativas», comenta este especialista, quien insiste que «los perros cuando duermen pasan por los mismos procesos neurofisiológicos que nosotros y si pasan por las mismas fases, podemos suponer que cuando duermen tienen experiencias similares a las de un sueño como nosotros».

Aunque la mente del can se muestra activa en muchos momentos del sueño, una parte de su cerebro se encarga de evitar que esa actividad llegue a los músculos y provoque un movimiento completo de su cuerpo. “Este mecanismo de freno fisiológico, sin embargo, no es perfecto, y deja escapar algunos estímulos, que dan lugar a los movimientos que observamos durante el sueño del perro”, precisa Fatjó. 

En cachorros y perros de avanzada edad es más frecuente verlos mover mientras duermen

Todos los perros hacen, de hecho, este tipo de movimientos físicos mientras duermen pero es más frecuente observarlos en cachorros y canes de avanzada edad. El motivo es que en los cachorros la función cerebral que evita que lo que se está soñando acabe traduciéndose en un movimiento muscular en toda su expansión no está completamente madurada; y en los mayores es porque, debido a su edad, ese mecanismo comete más errores de ejecución, según los especialistas.

En una investigación con canes, esta función cerebral que les caracteriza fue precisamente desactivada. Así que los perros empezaron a moverse y desplazarse, a pesar de que los registros eléctricos de sus cerebros mostraban que estaban profundamente dormidos. Fue en la década de los 60 cuando lo experimentaron dos científicos franceses: Michel Jouvet y J. F. Delorme.

«Los perros con fobias podrían dormir menos y no hacerlo de un tirón», Jaume Fatjó

Por otra parte, los resultados premilinares de un estudio reciente impulsado por la UAB detallan que, igual que los humanos, la angustiaque pueden sufrir durante el día los canes también puede repercutirles en su calidad del sueño.

«Los perros que padecen condiciones comparables a las fobias en los seres humanos podrían dormir menos y no hacerlo de un tirón. Su patrón del sueño se ve alterado. Este resultado pone de relieve la importancia de valorar en el futuro la calidad del sueño de los perros, como un indicador más de su grado de buena adaptación y calidad de vida”, destaca este experto.

Los gatos también sueñan y realizan movimientos mientras duermen

Otros animales como los gatos también sueñan y pueden tener pesadillas. Sus garras, bigotes y cola sufren espasmos, y los ojos, igual que en los perros, también se mueven rápidamente tras los párpados. Ya lo decía el filósofo griego Aristóteles en su obra Del sueño y la vigilia cuando escribió que no sólo sueñan los hombres, sino también otros animales, tanto si son acuáticos, terrestres o aéreos.

Así que si ves a tu perro (o gato) haciendo este tipo de espasmos y movimientos físicos mientras sueña, no hagas nada. Palabra de experto. «No es conveniente despertar al animal porque pasados unos minutos, cuando el perro entre en la siguiente fase del sueño, este comportamiento desaparecerá”, puntualiza Fatjó. 

Una secuencia de fases hasta que finalmente se desvele. Es ahí, en la vigilia, donde los seres humanos tenemos la capacidad de poder recordar lo que hemos soñado tras despertarnos, mientras que lo que aún se desconoce es si los perros también tendrán conciencia sobre sus propios sueños. Una de las muchas incógnitas sobre los sueños perrunos todavía sin resolver.

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